No diremos su nombre. Él no quiere ningún reconocimiento o recompensa. Le basta con sentir que contribuye a un proyecto colectivo, cargado de sentido y sembrado semilla a semilla por su gente querida. Sus aportaciones a la campaña de micromecenazgo de LA MAR DE VERDE han desbordado el concepto de "micro", afectando una parte significativa de sus ahorros. Y hemos tenido que pedirle -con todo nuestro agradecimiento y cariño- que dejara de aportar tanto dinero. Nos compromete y responsabiliza su generosidad y compromiso.
Como él, aunque en menor medida, otras muchas personas han contribuido con cantidades significativas.
Gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias...