El Espacio de la vida cotidiana.
Es un dispositivo:
Ofrece tratar algo propio de cada uno a través del grupo. Genera una particular forma de relación social.
Lo fundamental de este dispositivo es aquello de lo cual se ocupa: el síntoma social al que ofrece un recurso distinto.
Clínica social
Decimos clínica social porque compete a lo que es común. Decimos clínica porque se inclina para atender a un sufrimiento, a aquel que reconoce sufrir. No tratamos una enfermedad sino una inquietud.
Método Què diràs
Es el fundamento de esta institución y posibilita otros espacios críticos.
Funcionamiento
Actividad: sesiones grupales.
Otras actividades derivadas de esa actividad:
sesiones abiertas y otras propuestas.
Presupuesto y crowdfunding
Se ha basado siempre en un pequeño presupuesto, pues lo fundamental era poner en marcha una propuesta metodológica y un recurso que considere los enredos de la contemporaneidad.
De entrada ha recibido una subvención que Foment de Ciudad otorga a los proyectos novedosos .
Ahora es el momento de buscar otras vías de financiación.
La campaña de micromecenazgo tiene la finalidad de dar a conocer a la mayor cantidad de personas posibles esta institución. Y proponer una contribución.
Toda colaboración será bien recibida.
El importe del crowdfunding está destinado a cubrir el presupuesto del 2018.
Espacio. Horas. Grupos. Difusión. Materiales. Hay un breve desglose que aparece más arriba.
Objetivos
Abrir paso a una pequeña institución en el seno mismo de la red de entidades sociales; ofrecer un recurso y una metodología muy fundamentada y poco habitual; avanzar en una propuesta que abra paso a la interrogación y que posibilite la pregunta por la gestión del malestar a profesionales, técnicos, usuarios de programas y ciudadanos en general.
https://www.youtube.com/watch?v=tdHKfTexNcE&feature=share
Lugar
Casal Folch i Torres. Barrio del Raval. Barcelona
Desarrollo
Este proyecto no implica un entretenimiento o una diversión. Se trata de un trabajo que compromete a cuestiones fundamentales de la relación del ser humano con el lenguaje. Por tanto con otros seres humanos y consigo mismo. Nuestra práctica ha comenzado siendo artesanal. No queríamos algo mediático sino algo que afrontara directamente el síntoma y el problema concreto que nos dirigieron en la primera convocatoria:
La primera comunidad transitoria del EVQ nació en el año 2013 cuando algunos vecinos de un barrio de Barcelona solicitaron un servicio que nadie sabía qué era: pedían un lugar para hablar. Se quejaban de estar muy solos o sin ganas de vivir y de recibir por ello diagnósticos de diversas enfermedades y excesos de medicación o también palabras o consejos, entretenimientos o propuestas que no les interesaban. Participaban de una asociación de vecinos y decidieron hablar de esto que parecía difuso, hablar libremente de esa incomodidad que sentían. El director de un casal de barrio buscó a alguien para ofrecerles algo. Se comenzó un grupo, libre, de conversación y se dio lugar a una experiencia metodológica, pues era necesario no solo escuchar lo que decían, sino el deseo que hablaba allí, y luego la vida y la realidad social que pedían ser atendidas.
La tarea de los primeros grupos y el trabajo de formalización de una propuesta metodológica que implica una orientación diferente a la habitual, algo que estamos comprobamos a cada paso, con cada persona que recibimos. Personas que salen de una situación de indefensión, enfermedad, sufrimiento psíquico: mujeres, jóvenes, mayores, inmigrantes, nativos y muchas personas que empiezan a conocer este servicio tan particular.
Nos consta la notable contemporaneidad de este proyecto, pues la vida del ser humano se encuentra afectada en sus relaciones y es un problema que llega a preocupar a la propia Organización Mundial de la Salud o que decide al Gobierno Británico a crear un Ministerio dedicado a la soledad, por citar algunos ejemplos.
El ayuntamiento de Barcelona nos da una parte del apoyo que necesitamos y nos pide que trabajemos para buscar más apoyos.
Por eso hacemos este crowdfunding, para ir al encuentro de personas que quieran apoyar este proyecto que es ya una realidad en marcha. Nos vemos obligados a lanzar una campaña e ir en búsqueda de mecanismos de difusión y financiación. Trabajamos para ello, cada día un poco más, en tanto es esa una perpectiva ineludible para poder continuar y ofrecer esta oportunidad no solo a la mayor cantidad de personas posibles sino también a profesionales y organismos, a distintos colectivos o entidades.
Con este proyecto solicitamos vuestra colaboración económica con la finalidad de poder continuar y darnos a conocer.
El Espacio de la vida cotidiana es un tipo de lugar de vida que ofrece la oportunidad de participar de una comunidad transitoria y con ello una oportunidad para el tratamiento y la prevención de diversos padecimientos que afectan al ser humano contemporáneo.
El lenguaje homogeneiza los malestares pero deja a muchas personas (hombres y mujeres, personas mayores y jóvenes, inmigrantes y nativos) sin palabras y expuestas a diversas formas de precariedad (aislamiento, formas de soledad, conflicto, precariedades subjetivas y no solo materiales, esta forma de precariedad humana afecta a pobres y a ricos).
Progresivamente nuestra época ha optado por la instrumentalización del lenguaje. Implica circunscribir toda realidad humana a un lenguaje comprensible para todos y que mensure y contabilice cada aspecto de la vida. Pero esta operación no se hace sin pagar un precio, en primer lugar el de dejar fuera lo más propio de la palabra de cada uno o aquello que se hace difícil de reducir al lenguaje para todos. Esta operación, que pretende encontrar respuestas a los síntomas de la época, no solo no consigue acabar con el sufrimiento sino que lo multiplica y lo hace proliferar.
Los grupos EVQ son un lugar en donde personas de toda condición pueden recuperar su palabra pero también algo de su decir que necesita una forma particular de dispositivo para entrar en juego.
La experiencia se realiza en el marco de una comunidad lo más plural posible -recreación de una experiencia de participación casi perdida-, y propone a cada participante hacer a través del grupo una experiencia de la alteridad y un proceso estrictamente personal por el cual dinamizar lo que estaba en-callado de su decir.
Cada grupo realiza una sesión semanal de conversación.
Un tiempo de convivencia, tiempo en el cual todo cambia y se hace un proceso personal. En algún caso algún grupo hace un recorrido más complejo, se cierra, se hace terapéutico, pero en general se produce una comunidad terapéutica de nueva invención, abierta al mundo y a la contemporaneidad.
A su debido tiempo se producen invenciones. Actividades inventadas por las personas.
Un taller de sillas de artesanía que los mayores enseñan a los jóvenes y a los niños.
Algunas actividades son fácilmente explicables, otras se tratan de los efectos de las enunciaciones, de las sorpresas que cambian a las personas y a sus vidas, cambios en la propia vida.
Cada uno hace su camino.
No se busca lo nuevo por una planificación.
Los encuentros "Cadira a la fresca": fueron salidas a la plaza con sillas: en la conversaciones ocurrió algo, no fueron simples salidas sino sesiones grupales abiertas, un acto que a la vez recuperó algo del pasado y también interrogó cómo hablamos ahora, como somos los sujetos contemporáneos, una sorpresa de diálogo que sorprendió a sus participantes.
Una característica particular de las sesiones del EVQ es que no hay un tema u objetivo determinado sino el de dar lugar a lo más propio del decir de cada uno y eso se produce, dando a cada uno el tiempo que necesite.
El interviniente, la persona que realiza la conducción de la dinámica es fundamental en tanto puede permitir el advenimiento de eso que llamamos particular y en el límite absolutamente singular.
Un taller tan práctico : "Cómo realizar una instalación eléctrica", realizado por un vecino que toda su vida se ha dedicado al trabajo de electricista, hace correr la corriente eléctrica y la corriente de la vida.
La experiencia se realiza en distintas comunidades barriales de la ciudad de Barcelona.
El EVQ incluye una apuesta metodológica que ofrece la participación en una comunidad transitoria donde ponerse en juego con algo que no entraba en lo que se podía pre-ver.
QUÉ DIRÁS implica un elemento absolutamente diferencial que hace de esta comunidad un juego donde el ciudadano considerado como sujeto de deseo tiene la oportunidad de descubrir su modalidad de protagonismo o de participación.
Hace posible una oportunidad abierta a las más variadas resonancias del hecho de hablar y hace posible por la apuesta de este juego el advenimiento de algo nuevo para el decir y para la vida.
Es una comunidad plural.
La pluralidad que se ejerce en los EVQ-Qué dirás no es cualquier pluralidad, compromete a las formas más sutiles de la diversidad humana.
Son objetivos de esta modalidad de encuentro y participación grupal: el lugar que reserva a la singularidad humana, la consideración en que se tiene a la temporalidad, el tiempo más particular de cada ser humano, y la apuesta y oportunidad permanente por un estilo de invención que no se rige por las expectativas de producción al uso.
Qué dirás va dirigido a todas aquellas personas que al participar de las sesiones grupales apuestan por jugar e implicarse en la comunidad transitoria.
Estos grupos y este juego ofrece PREVENCIÓN para la salud, para males mayores que son producto de la degradación de la vida por el sentimiento de ser un desecho para la sociedad, se equivocan quienes creen que eso está reservado solo para algunos.
Atiende al sufrimiento de mujeres y hombres que se consideran apresados por diversas circunstancias en muchos casos adjudicables a la época: incertidumbre, incomunicación, exceso de preocupaciones.
Atiende a personas mayores que quieren hablar de este callejón sin salida que los obliga a veces a parecer nostálgicas o demodés o a quedar fuera de juego dando lugar muchas veces a formas de degradación incluso de la memoria o del habla.
Atiende a la queja que puede oírse entre los jóvenes, que dicen necesitar una relación más estrecha con otras generaciones, que preguntan por la posibilidad de relacionarse con los mayores.
Y se ocupa sobre todo del muro del lenguaje: la abundancia de fórmulas, teorías, slóganes, un muro al que muchas personas no saben cómo horadar.
La motivación fundamental es precisamente poder ofrecer una experiencia de participación a través de la conversación. Una práctica sorprendente. Que parece obvia y que sin embargo se transforma en una aventura. Que produce encuentros y diálogos inesperados entre personas de diversas generaciones y procedencias y una alegría muy específica, muy inesperada. Que renueva la vida y las expectativas de vida (expresión polisémica, que habla no solo de la longevidad sino de la calidad de la vida).
La experiencia como tal comienza en el año 2013 y está vinculada a recursos metodológicos que combinan a diversas disciplinas: que se ocupan de las relaciones humanas y sociales, como son la sociología y la antropología; cuyo objeto es la relación del ser humano con el lenguaje, como es el caso de la lingüística, pero también de la semiótica y del psicoanálisis; diversas dinámicas grupales, como puede ser el psicodrama, sin obviar otras perspectivas vinculadas a la problemática de la salud mental.
Se ha recorrido un camino de grupos y personas hasta llegar a la propuesta metodológica hoy en plena fase de formulación, por su complejidad y la labor que implica.
La invitación que se produjo en equipo fue: "Si et ve de gust, agafa la teva cadira": En Catalán: si te apetece, coge tu silla.
"Coge tu silla"(agafa la teva cadira) consuena en esa lengua con: (agafa el què diràs) coge lo que dirás y que ha saltado como un pez sin saber si eres tú el pescador o el pescado.
Coge lo que dirás y que es nuevo porque no sabías que lo ibas a decir:
a veces nos enfrenta a escuchar lo que no queríamos decir y otras veces nos sorprende con esa capacidad del decir que nos habla y nos provee de un horizonte del que permanecíamos en un desconocimiento.
Participan de este proyecto en este momento 3 personas
La persona responsable de la propuesta y dos personas que comienzan a participar como colaboradores intervinientes
Esta iniciativa cuenta con el apoyo de espacios y aulas en algunos Casales de barrio de la ciudad de Barcelona.